- johnny
- , 01/11/2020
- Peluquería, Salón Design
Con toda la cuerda
Sogas, hilos, cuerdas, como quiera que se le llame, es el protagonista principal de este diseño de salón realizado por el Estudio de Arquitectura Zinc en la ciudad de Madrid.
La calidez de los materiales juega con una ambiciosa distribución del espacio donde se remarca las líneas irregulares en clave de innovación. Pero una de las sorpresas de este salón madrileño es su exquisito uso de la soga. Si, la soga…
Tal vez la palabra jaula hiere un poco la descripción de este salón madrileño pero, es indudable que toda la distribución está en las antípodas de la sensación de encierro. Más bien los dorados tenues hacen un guiño de lujo alrededor de esas sogas tensas que vuelve a remitir a la calidez.
Los lavacabezas se instalan en un espacio amplio que tiene en cuenta el movimiento simultáneo de tres o cuatro personas. Las rejillas de soga componen un área de oxigenación y relax que se completa con una tupida parrilla verde en el techo, ahí, justo en el lugar preciso donde pierde su vista el o la cliente.
En detalle. Las luces blancas, limpias y difuminadas empotradas en techo y pared. Las rejillas están dispuestas de tal manera que su sombra jamás entorpezca. Tal vez este sea uno de los puntos más complejos y difíciles de diseñar.
Y aquí viene el desafío. Dressoires y sillones parcialmente cercados por enrejados flexibles que le dan al puesto de trabajo la privacidad necesaria que requiere el vínculo cliente/profesional.
Un enfoque especial a las luces. Resueltos en forma de pantallas en forma de capelinas irregulares, como plegadas por el viento. Las líneas de hilos se disparan en todos los sentidos y generan efectos diferentes con las luces que provienen del exterior.
Las pantallas de base le dan consistencia a todo este juego de luces.
El espacio de espera se compone de un par de sillones imponentes y que sintonizan con la calidez y la sensación vintage. Los colores de los tapizados, contundentes, propician la permanencia y aligeran la ansiedad.
Una excelente vista de uno de los puestos de trabajo más destacados del salón. Se aprecia en su total magnitud la iluminación y el acabado perfecto del enrejado.
Desde una perspectiva más amplia se aprecia aquí cómo las lineas sinuosas dibujan en todo el espacio una sutil distribución de los espacios de trabajo.
En detalle, mobiliario con formatos que equilibran con todo lo reinante en el salón. Incluidos,por supuesto, las pequeñas hamacas y el detalle en soga de los pasamanos de las escaleras.
Tal vez la palabra jaula hiere un poco la descripción de este salón madrileño pero, es indudable que toda la distribución está en las antípodas de la sensación de encierro. Más bien los dorados tenues hacen un guiño de lujo alrededor de esas sogas tensas que vuelve a remitir a la calidez.
Los lavacabezas se instalan en un espacio amplio que tiene en cuenta el movimiento simultáneo de tres o cuatro personas. Las rejillas de soga componen un área de oxigenación y relax que se completa con una tupida parrilla verde en el techo, ahí, justo en el lugar preciso donde pierde su vista el o la cliente.
En detalle. Las luces blancas, limpias y difuminadas empotradas en techo y pared. Las rejillas están dispuestas de tal manera que su sombra jamás entorpezca. Tal vez este sea uno de los puntos más complejos y difíciles de diseñar.
Y aquí viene el desafío. Dressoires y sillones parcialmente cercados por enrejados flexibles que le dan al puesto de trabajo la privacidad necesaria que requiere el vínculo cliente/profesional.
Un enfoque especial a las luces. Resueltos en forma de pantallas en forma de capelinas irregulares, como plegadas por el viento. Las líneas de hilos se disparan en todos los sentidos y generan efectos diferentes con las luces que provienen del exterior.
Las pantallas de base le dan consistencia a todo este juego de luces.
El espacio de espera se compone de un par de sillones imponentes y que sintonizan con la calidez y la sensación vintage. Los colores de los tapizados, contundentes, propician la permanencia y aligeran la ansiedad.
Una excelente vista de uno de los puestos de trabajo más destacados del salón. Se aprecia en su total magnitud la iluminación y el acabado perfecto del enrejado.
Desde una perspectiva más amplia se aprecia aquí cómo las lineas sinuosas dibujan en todo el espacio una sutil distribución de los espacios de trabajo.
En detalle, mobiliario con formatos que equilibran con todo lo reinante en el salón. Incluidos,por supuesto, las pequeñas hamacas y el detalle en soga de los pasamanos de las escaleras.
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